Cuando nos estresamos, nuestro cuerpo segrega sustancias, como el cortisol, que afectan algunas funciones de nuestro cuerpo, como el descanso. Sin embargo, existen diversas estrategias para disminuir estas reacciones físicas, que van desde algunos hábitos, hasta la ingesta de determinados nutrientes, mediante suplementos para el estrés.
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¿Por qué nos estresamos?
El ritmo de vida acelerado que solemos llevar o al tratar de conciliar la vida laboral con los deberes familiares, sobre todo en el caso de las mujeres; o situaciones laborales, financieras o incluso malas relaciones humanas, pueden hacernos sentir sobrepasadas, una situación que es desencadenante del estrés.
Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dan cuenta que el 75 por ciento de los trabajadores mexicanos padece fatiga por estrés laboral, por encima de países como China y Estados Unidos. Esta condición puede generar diversas reacciones en detrimento de la salud y que son de diversos tipos como:
- Emocionales: miedo, irritabilidad, enojo, frustración, inseguridad, impotencia, frustración, entre otros.
- Cognitivos: dificultad para aprender o concentrarse, olvidos frecuentes y poca capacidad de resolución de problemas.
- Conductuales: baja productividad, dificultad para las relaciones sociales, tendencia al consumo de sustancias nocivas
- Fisiológicos: problemas digestivos, dificultad para conciliar el sueño, disminución en el sistema inmunológico.
¿Qué es el estrés?
Los expertos en salud mencionan que el estrés es una reacción del cuerpo como respuesta a una señal de alerta proveniente de factores físicos o mentales. Por ejemplo, estar expuestos ante peligros reales o cuando, mentalmente, tenemos la sensación de estar en riesgo por alguna circunstancia imaginaria.
Ante dichas alertas, el cuerpo segrega una serie de sustancias que lo preparan para defenderse, correr o actuar de forma oportuna. Algunos de estos químicos son: el cortisol, la adrenalina y el glucocorticoide, que si bien son benéficos para mantenernos a salvo en situaciones reales de peligro, no lo son, cuando su detonante fue una idea en la mente.
Es por eso que, como revisamos anteriormente, el estrés puede llegar a interferir en la calidad de vida de las personas, debido a que llega a alterar su bienestar emocional, que está relacionado con la imposibilidad de tener un descanso adecuado al no tener un sueño de calidad y, por otro lado, presentar afectaciones al sistema inmunológico y desencadenar una serie de malestares físicos.
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¿Cuáles son los tratamientos indicados?
Existen diversos factores, como cambios de hábitos que pueden representar medidas positivas para combatir el estrés y estos van desde mejorar la calidad del descanso, hasta aquellos relacionados con una alimentación adecuada y la ingesta de nutrientes que puedan contribuir a una mejora.
Los estudios clínicos han descubierto que ciertos nutrientes son capaces de aumentar la resistencia al estrés al que podemos estar expuestos. Se trata de elementos naturales accesibles en presentaciones y dosis ya diseñadas por especialistas en la venta de suplementos alimenticios. Se trata de:
- Magnesio, un nutriente que ayuda a disminuir los niveles de ansiedad relacionados con el estrés, regular los niveles de azúcar en la sangre y tener un mejor sueño.
- Zinc, un mineral que contribuye a combatir la sensación de fatiga y es esencial para la función del sistema inmune que se ve afectado con el estrés.
- Rhodiola, una planta adaptógena a la que se le han encontrado propiedades para aumentar la resistencia al estrés y contribuir a la estabilidad emocional.
Otras de las medidas de combate al estrés están relacionadas con estrategias para el descanso y la regeneración celular, así como de manejo emocional:
- Meditar o realizar ejercicios de mindfulness, se trata de enfocar la atención durante un tiempo determinado, para liberar la mente de los pensamientos desordenados.
- Practicar algún hobby o pasatiempo, ya que está demostrado que contribuye a la creatividad y la relajación.
- Integrar un sistema de gestión de tiempo, para lograr un mejor cumplimientos de las actividades planeadas. Recuerda también considerar los espacios dedicados al esparcimiento.
- Generar ambientes idóneos para el descanso, de manera que sea más sencillo inducir el sueño para que éste sea realmente reparador.
Conclusión
Combatir el estrés de forma natural es posible mediante el cambio de hábitos y al incorporar determinados nutrientes a nuestra ingesta diaria, con el fin de ayudar a nuestro organismo a regular su respuesta a factores, que son evaluados por nuestro cuerpo como señales de alerta o peligro.
